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El mito de los encuentros en línea

Última actualización: 4 Abril 2016

El éxito de las páginas de citas en línea no para de progresar desde hace unos años, pero hay un problema que se les plantea a todos los usuarios de estas plataformas de encuentros: ¿cómo saber exactamente con quién está tratando uno y cuáles son los riesgos de encontrarse con una persona indeseable, inestable, o incluso peligrosa?

Usted debe estar seguro(a) de una cosa: la persona con la que está chateando no le va a mentir de manera abusiva antes de realizar un encuentro en persona. Hay mentiras y mentiras… Todos los usuarios han recurrido a frecuentes mentirijillas inocentes que juegan en su favor y esto es totalmente normal. Las mujeres mienten habitualmente sobre su peso, que es inferior al real en un promedio de 5 kg. en las mujeres y de 2 kg. entre los hombres.

La mitad de usuarios de estas plataformas de encuentros miente en lo relativo a su talla, y un cuarto de ellos sobre su edad. Estas mentiras no son tan malas dado que no se encuentran tan lejos de la realidad. Simplemente sirven para que uno se venda un poco mejor.

Los especialistas y los sociólogos han logrado dar con ciertas astucias que permiten desenmascarar a los mentirosos y las mentirosas de la red. Un mentiroso o una mentirosa no usará sino muy raramente la primera persona del singular. El “yo” se reemplaza, así, por el “él”, o por cualquier otro artículo definido.

Se ha constatado que los mitómanos de la red utilizarán a menudo la forma negativa para expresarse y que sus descripciones son habitualmente bastante cortas y más escuetas que las de los demás.

Finalmente, todo el mundo miente en un momento u otro en las páginas de citas en línea, y esto es humano y ¡siempre ha formado parte del juego de la seducción.

¡Usted no debe inquietarse ni sentirse culpable si ha aligerado en 3 kg. su peso real! Esto no aminora en absoluto su carisma ni su simpatía. Cuando se está en línea, hay una parte de invención y otra de realidad. Usted y todos los demás usuarios no son tontos, y es ahí donde radica el encanto de las páginas de encuentros…